Carmen Selma: casta y raza

Carmen Selma: casta y raza En la España ancestral, la que pintaran Velázquez, Goya o Picasso y que describieran Cervantes, Pérez Galdós o García Lorca, se decía de un toro bravo, que defendía su vida en la arena con nobleza y valentía, que tenía casta y de una mujer valiente, capaz de llevar a cabo sus proyectos y orientar su vida al margen de las dificultades, que tenía raza. Ambos términos, raza y casta, vienen al pelo para definir a Carmen Selma y su pintura. Carmen Selma, a pesar de su timidez, de sus modales educados y de su ternura, es una mujer apasionada que pinta con el corazón. Carmen tiene un proyecto vital y artístico que defiende contra viento y marea y no se arredra, para nada, ante las dificultades. Su obra es, por lo tanto, fruto de la voluntad y fuerza de su autora que la dota de un ímpetu creativo y desborda los cánones de la pintura decorativa para trasmitir fuerza y pasión. La temática de la exposición, que el espectador tiene la oportunidad de contemplar, remite a la España del pasado, a sus tradiciones y ritos aún vigentes en muchos pueblos y ciudades y, por ello, puede dar la impresión de un testimonio etnográfico o de un cierto tipismo pero, no se equivoquen, la mirada de Carmen Selma sobre las tradiciones culturales y religiosas españolas es una mirada curiosa y crítica a la vez que, en palabras de la propia artista, trata de entender el pasado para poder construir su presente y su futuro sobre una base sólida. Hay pues en su mirada una mezcla de ternura y comprensión y de desagrado ante aspectos como la marginación de la mujer, la brutalidad o el sometimiento que no pasarán inadvertidas al espectador que se enfrenta aquí a una experiencia estética documental y crítica a la vez. En cuanto a la factura de la obra de Carmen Selma algunos verán en su opción por el arte figurativo, el óleo como técnica y el lienzo como soporte, un cierto clasicismo que desmiente su enfoque claramente fotográfico con perspectivas originales que, en muchos casos, acentúan la adhesión o el rechazo del espectador obligándole a tomar partido ante lo que ven sus ojos. Así pues, la formación clásica y la libertad de espíritu se unen para crear una obra profundamente original que provoca en el espectador una emoción estética, junto a una reflexión crítica y juntas, las dos experiencias, le llevan a percibir el discurso artístico de Carmen Selma como uno de los más originales que se producen en la actualidad en nuestro territorio demostrando, una vez más, que la talla de un país no se mide tan solo por su extensión geográfica, su población, su influencia política o su producto interior bruto, sino por la calidad y originalidad de sus artistas y del discurso emocional que son capaces de trasmitir. Disfrutemos de la obra de Carmen Selma que nos proyecta una mirada lúcida sobre la España de ayer y de hoy y que nos aporta personajes que unir a nuestro imaginario para entender la dulzura, el valor, el miedo, el sometimiento o la rebeldía, que un poco de todo eso hay en quienes participan en los ritos y tradiciones que Carmen comparte con nosotros. Prof. Dr. Miguel de la Guardia Universidad de Valencia
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Carmen Selma: caste and race

In ancestral Spain, painted by Velazquez, Goya and Picasso and described by Cervantes, Perez Galdos or Garcia Lorca, was said of a bull ,defending its life in the sand with nobility and courage, who had caste; and was said of a courageous woman, able to carry out her projects and guide her life despite difficulties, who had race. Both terms, race and caste, come to define the paintings of Carmen Selma.

Carmen Selma, despite her shyness, her polite manners and tenderness, is a passionate woman who paints with heart. Carmen has a vital and artistic project that defends against all odds. Her work is, therefore, the result of the will and strength of its author that gives it a creative impetus and overflows the canons of decorative painting to convey strength and passion.

The theme of the exhibition the viewer has the opportunity to contemplate refers to the past Spain, its traditions and rituals, still in place in many towns and cities. Therefore, it can give the impression of an ethnographic witness or certain quaintness. Make no mistake; the look of Carmen Selma on Spanish cultural and religious traditions is a curious and critical look at a time. In artist’s words: “tries to understand the past in order to build up its present and future on a solid foundation”. There is thus in her eyes a mixture of both, tenderness and understanding but also distaste for aspects such as women marginalization, brutality or submission that the viewer will not pass unnoticed here, facing a documentary, esthetic and critical experience at a time.

In Carmen Selma work, some will see figurative art as an option, oil as a technique and canvas as a support. Certain classicism belies its clear photographic focus with original perspectives that, in many cases, emphasize adherence or rejection forcing the viewer to take sides. Hence, the classic formation and freedom of spirit come together to create a highly original work that provokes an esthetic emotion and a critical reflection at a time. Both experiences together led to perceive the artistic discourse of Carmen Selma as one of the most original produced nowadays in our country. It demonstrates, once again, the size of a country is measured not only by its geographical extent, population, political influence or gross domestic product, but for the quality and originality of its artists on its emotional speech and what are they able to transmit.

Enjoy Carmen Selma’s work; it throws us a clear perspective on past and present Spain, it provides characters to our minds that make us able to understand sweetness, courage, fear, submission or rebellion… a little of all that there is in those who participate in the rituals and traditions that Carmen shares with us.

Prof. Dr. Miguel de la Guardia

Universidad de Valencia